Con el objetivo de debatir sobre posibles mejoras en la prevención y la atención del ictus y el abordaje multidisciplinar de esta patología, la Alianza Bristol Myers Squibb- Pfizer ha organizado una jornada en donde se han congregado representantes de los principales grupos políticos, profesionales sanitarios y pacientes, bajo el título ‘Abordaje multidisciplinar del Ictus. Políticas sanitarias para una mayor prevención y una mejor atención’. Este encuentro, que ha contado con el aval de Freno al Ictus, el aval científico de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la SEN, ha servido para tratar aspectos como el impacto del ictus en nuestro país o las implicaciones sanitarias y sociales que conlleva esta enfermedad.
Los expertos de las diferentes áreas han hecho especial hincapié en el área de prevención con temas como la importancia de contar con un modelo multidisciplinar para la prevención del ictus. El ictus es la primera causa de muerte en mujeres, la tercera causa de muerte en hombres y la principal causa de discapacidad grave en la vida adulta en España. Por esta razón, el objetivo de esta jornada ha sido plantear áreas de mejora, tanto en la vertiente asistencial como en la definición de políticas sanitarias en relación a esta enfermedad, en sus facetas asistenciales y preventivas.
En este sentido, la Dra. María Alonso de Leciñana, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la SEN, ha explicado que “el ictus es unaenfermedad en la que se produce una pérdida de la función de una zona del cerebro como consecuencia de la alteración de la circulación que aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios. Los factores de riesgo que pueden dar lugar a dicha alteración son múltiples y, en muchos casos, están relacionados y se potencian entre sí. Estos incluyen hábitos de vida, como el sedentarismo, el consumo de tabaco, alcohol y otros tóxicos, enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad o el aumento de colesterol, algunas enfermedades del corazón como las arritmias cardiacas, de las cuales la más frecuente es la fibrilación auricular, y otras”.
La Dra. Alonso de Leciñana ha añadido que “es necesaria la implicación de médicos expertos en cada una de estas áreas que, cuando atienden a un paciente por algún trastorno relacionado con su especialidad, tengan además una visión integral y puedan identificar a aquellos sujetos de riesgo para informarles sobre la necesidad de una adecuada prevención y para instaurar el mejortratamiento”. Se prevé que el impacto de esta enfermedad crezca en el futuro próximo debido a un aumento de la incidencia por el incremento de la esperanza de vida y al envejecimiento progresivo de la población. Este incremento se estima en un 35% para el año 2035iii.
Por su parte, el Dr. Julio Zarco, del Hospital Universitario Clínico San Carlos, ha destacado que:“el ictus debería tener una mayor importancia en la agenda sanitaria española. Es una patología cuya incidencia tiende a aumentar, pero que en un buen número de casos su morbi-mortalidad es evitable. De ahí que como patología reclame nuevas orientaciones sanitarias, y que tengamos que aumentar la proactividad de las organizaciones sanitarias en esta materia. Además, el Dr. Zarco ha querido resaltar que “aunque sea complejo, hacer más congruentes las acciones preventivas primarias y secundarias es la auténtica raíz de la reducción del impacto del ictus. No debemos conformarnos con tratar su fase aguda, sino aceptar el reto de que prevenirlo no es sólo la mejor inversión sanitaria, sino también la más ética”.
Y es que, según ha comentado la Dra. Alonso de Leciñana: “aunque el tratamiento en prevención ha mejorado mucho aún es posible mejorar más. Es necesario aumentar el conocimiento de la población y favorecer el desarrollo de políticas para promover hábitos de vida saludables, así como para facilitar la implicación del paciente en el cuidado de su salud. Es necesario también adecuar los sistemas de atención urgente para que todos los avances científicos lleguen a toda la población independientemente de su lugar de residencia. Ello permitirá reducir las secuelas. En prevención debe facilitarse el acceso a aquellos tratamientos más eficaces”.
Otro aspecto a considerar dentro de esta patología es el social, por esta razón Julio Agredano, presidente de la asociación Freno al Ictus, ha comentado que “El ictus es una enfermedad que afecta a 120.000 familias cada año por lo que podemos decir que no es solo una enfermedad que afecte al paciente, sino que se trata de una enfermedad que también afecta al entorno ya que supone un drama personal, familiar y por supuesto social”, ha resaltado Agredano. “El ictus supone, en mucho casos, una enfermedad mortal pero en los casos en los que no lo es, suele dejar algún tipo de secuela. Nuestro sistema de salud está preparado para la atención de la fase aguda pero, en algunos casos, se olvida de la reintegración del afectado en la sociedad”, ha concluido.
Según un reciente del portal infosalus.com, la medicina hiperbárica puede ser eficaz en el tratamiento y prevención del ictus, ya que su efecto antiinflamatorio mantiene la integridad de la barrera hematoencefálica, nejora la perfusión tisular y evita la proliferación de la isquemia.
El aumento del oxígeno disponible en el plasma sanguíneo vasculariza gran parte del cerebro recuperando funciones en zonas que estén en riesgo.
El oxígeno 100% extra aportado por nuestras cámaras hiperbáricas, es de gran ayuda para regenerar las neuronas, lo que supondría un gran aliado para la prevención del ictus, la correcta aplicación y uso serán garantizados por profesionales. Con nuestro equipo médico, conseguiremos que todos los procesos sean controlados, desde el origen, dando voz y participación a las experiencias únicas de cada uno de vosotros.