Uno de los grandes padecimientos de los seres humanos son las infecciones. Estas pueden comenzar como algo ‘sin importancia’, y terminar por ser un problema muy grave, incluso mortal. Con el paso de los seres humanos por la Tierra, durante nuestros años de evolución, nos hemos ido adaptando ante las infecciones, desarrollando defensas en nuestro sistema inmunitario. Es a partir de la primera mitad del siglo XX, con el descubrimiento de la penicilina por el profesor Alexander Fleming, cuando comienza la era de los antibióticos. Se trata de medicamentos destinados a luchar contra las infecciones bacterianas.
Hay ocasiones en los que las infecciones se hacen MULTI RESISTENTES. Los motivos son varios, apuntaremos a una virulencia inusitada por parte de los gérmenes, o a la baja capacidad defensiva de nuestro sistema inmunológico. Nuestra reflexión sobre el Oxígeno a Presión, es que además del que es transportado por el plasma, y, que está destinado a regular nuestras funciones vitales, el resto del Oxígeno aportado ayudará a la realización del resto de trabajos de reparación de nuestro organismo.
Luego cuando nuestro médico nos receta Medicina Hiperbárica, con ella conseguiremos:
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- Que el Oxígeno mate y evite el crecimiento de bacterias.
- Aumente la actividad de los antibióticos.
- Activación de las defensas del organismo, estimulando la fagocitosis.
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FAGOCITOSIS: Proceso por el cual ciertas células y organismos unicelulares capturan y digieren partículas nocivas o alimento. «la fagocitosis tiene gran importancia en la defensa contra las enfermedades infecciosas; la ameba y otros protozoos llevan a cabo la fagocitosis mediante seudópodos»
Este proceso de Hiperoxigenación produce dos efectos científicamente probados: el primero, potenciando el sistema inmune. El segundo, bloquea la acción de las bacterias patógenas. El Oxígeno Hiperbárico realiza estas funciones, mejorando la habilidad de las células blancas para encontrar y destruir los invasores, e inhibir la secreción de toxinas por algunas bacterias.
El Oxígeno a Presión puede potenciar los efectos antibióticos y antivirales de los medicamentos.
Además, la Oxigenoterapia Hiperbárica estimula y acelera el crecimiento de nuevos vasos, mejorando la circulación, y promoviendo una recuperación más rápida de la lesión, reduciendo la inflamación. Los tejidos lesionados son mucho más susceptible a la infección que el tejido sano; por lo que, el Oxígeno Hiperbárico detiene la infección antes de que comience.
Servicio Médico.